Un día del mes de febrero recibí una llamada de un señor inglés totalmente desconocido para mí.

Andaba buscando alguien que apreciara un pequeño tesoro que guardaba celosamente y quiso la casualidad que tuviéramos un amigo común.

Me contó que tenía una casa de muñecas antigua algo deteriorada, él es un gran aficionado al modelismo naval y había desistido en su empeño de restaurarla debido a la falta de tiempo.

Yo acudí esa misma tarde con todas las alarmas encendidas en mi cerebro, no quería pensar que tal vez merecía la pena para no llevarme una desilusión.

Jonás, así se llama, me introdujo en un semisótano y allí yacía la casita, entre trastos variados, cubierta de polvo y suciedad, deteriorada por el paso de los años y el abandono.

En una rápida mirada comprendí que tendría mucho trabajo pero también muchas posibilidades. El encanto de lo antiguo me sedujo y el reto que lanzaba desde su rincón estimuló profundamente el deseo recuperar aquella “cenicienta”.

La casita data de los años cincuenta y había pertenecido a la esposa de un súbdito inglés de origen indio.

Ambos habían venido a vivir a Mijas, pasado un tiempo la señora falleció y no mucho después el marido regresó a Inglaterra dejando a Jonás la casita que tantos recuerdos le evocaban.

Decidí conservarle el aspecto de vieja y usada para que no perdiera el encanto que tanto me había atraído y desarrollé su historia.

En ella vivirían una pareja de ancianos jubilados, gozando de su mutua compañía y dejando transcurrir los días entre las aficiones que ahora sí podrían disfrutar y los recuerdos atesorados en su intensa vida.

La he llamado “El Retiro”, nombre que recoge una sencilla y gran historia de amor.

Como siempre os digo que la he gozado, pero en esta ocasión los sentimientos son más amplios, es como si hubiera reconstruido una historia que pudo ser cierta y que parte de la premisa de la existencia real de la casita.

Espero que os guste.

 

 

Así quedó la casita trás la primera limpieza y antes de terminar de quitarle las varias capas de papeles que tenía pegados en sus paredes.

 

Y así después de arduos días de trabajo.

La Bignonia la hizo Marini, los arbolitos de la entrada Montse Company 

 

En la terraza lucen plantas de Mavi Fernández, Marini y Montse Company. La casita de pájaros es de Jordi Sabater

 

En la cocina puse comidas de Gema Minayo, Angie Scarr, Montse Riqué, Mª Jesús Chaparro y Montse Monllor y cestería de Mª Antonia Manils. La jaulita es de Kriana, la pequeña teja decorada de Troya y el armarito especiero de Mercé Monllor. Yo hice la obra que encastra la hornilla, los poyos de azulejos, la balda grande y el platero.

 

En el vestíbulo el baúl es de Pilar  "Lolillo" y el bastón de Lourdes Areal. Hice las cuatro puertas que comunican con las estancias, las alfombras y el tapiz. La puerta del fondo que da acceso a la escalera que sube a la terraza es un trampantojo.

 

En el comedor hay piezas de Cilocas, las sillas de JBM, el óleo pequeño de M. Trujillo, el grande me lo regaló Viti y desconozco el autor. La mesita de apoyo es de Mercé Monllor y la consolita de Pedrete. LXL, Vidrefrank, Mª Victoria Heredia y Phil Grenyer contribuyen con sus obras a la decoración de la estancia. El tapete de encaje de bolillo es de Cristina Curiel y la kentia la hizo Marini por expreso encargo. Yo hice la alfombra, tapicé las sillas, pinté la chimenea y tuneé la mesa

 

El dormitorio también muestra miniaturas de LXl, Pedrete, Pilar Alen, Mª Victoria Heredia, Syreeta Edwards, Conchi Pacheco, Cathaysa Cabrera, Olga Asensio, Victor Pain y Rob Mac, la cómoda de cajones es de Pedrete, yo hice la colcha, las alfombras y la maleta sobre el armario, pinté la chimenea y tuneé el resto del mobiliario.

 

La sala de estar resume más que ninguna otra estancia la vida de sus habitantes, en ella comparten las horas de ocio y descanso, aquí los sorprendemos en actitud íntima de miradas cómplices repletas de ternura.

Le envié a Nieves fotos de la casita sin restaurar y fotos de lo ya hecho, le conté la historia de los moradores y llevó a cabo los dos personajes, transmitiendo absolutamente todo lo que yo le había contado en su actitud y sus miradas.

Parte de la decoración corre a cargo de Pedrete, Sophía, Vidrefrank, Julia Connet, Pilar Alen y Gema Minayo. Las aficiones de ambos se nutren con miniaturas de Montse Folch, Olga Asensio y Lourdes Areal.

El amigo fiel que les acompaña en todo momento es obra de Ima Portella, el marco sobre la chimenea es de MundoMiniaturas.

Yo hice la alfombra, las baldas y los libros que hay sobre ellas, pinté la chimenea y tuneé la mesilla de centro, el mueble y el sillón del escritorio, éste es de JBM.